Cuando
se trata de apreciar la naturaleza y presenciar espectáculos
culturales, San José y Alajuela son inmensos imperios para
los sentidos
Los amantes
de la naturaleza y de las diversas manifestaciones culturales,
tienen en Alajuela y San José, dos provincias excepcionales
para satisfacer a plenitud sus inquietudes.
Costa
Rica, aparte de ser un paraíso desbordante de tesoros verdes,
cuenta con muchas posibilidades culturales y artísticas
para que el turista recree tanto su alma como su espíritu.
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Esto se comprueba fácilmente en San José y Alajuela,
verdaderos jardines de rico olor y sitios ideales
para palpar formas, tomarle el gusto a las artes,
percibir colores y escuchar nuevos o conocidos sonidos.
En estas provincias, el disfrute del sol y la vegetación
se complementan muy bien con el intercambio cultural,
por lo que usted puede sacarle mayor provecho a
su estadía y hacerla mucho más placentera.
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Vivan las artes
San
José como capital del país es la más poblada de las provincias.
Se localiza en el Valle Central, está a 1.149 metros sobre
el nivel del mar y tiene 5 mil kilómetros cuadrados.
La
zona se encuentra rodeada de atractivos naturales como nuestras
hermosas montañas. Otro de esos tesoros es el Zoológico
Nacional. Allí se aprecian especies de animales nativos
y unos cuantos externos.
Si
lo prefiere puede sentarse a descansar a la sombra de los
árboles que se encuentran en los múltiples parques dispersos
por la ciudad, visitar volcanes o el Cerro Chirripó, que
es el de mayor altura en Costa Rica.
Las
opciones incluyen la observación de aves. Esto lo puede
hacer si llega hasta el Valle del General, donde abundan
las plantas y los pájaros.
Otra
característica que usted debe conocer de San José es que
tiene un clima casi perfecto - 24 C en promedio -. Eso hace
que muchos extranjeros opten por quedarse a vivir aquí y
que la región sea una de las zonas del Valle Central con
mejores condiciones para la siembra del café.
En esta cosmopolita provincia hay una mezcla asombrosa
de edificios modernos y de arquitectura clásica,
por lo que recorrerla a pie es una experiencia placentera.
Además, San José es sede de los principales Poderes
de la República y la vida política nacional, así
como residencia permanente de la cultura. En sus
límites se encuentran cinco de los mejores museos
del país (Ver nota aparte), pero además existen
teatros, galerías de arte, festivales, salas de
cine, orquestas sinfónicas, grupos musicales, de
baile y literarios.
Muchos de los rincones culturales josefinos se encuentran
relativamente cerca, de ahí que es posible ocupar
los días realizando interesantes tours culturales.
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Estos
sitios se localizan por todas partes y en lugares impredecibles.
Debajo de la Plaza de la Cultura, por ejemplo, está el Museo
de Oro y en edificios cercanos se instalaron otros igualmente
educativos.
Las
ferias de los santos patronos y los Festejos Populares de
fin de año (Ver nota aparte) son algunas de las actividades
tradicionales que también ofrece la ciudad capital al visitante.
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La ciudad de los mangos
Con ese nombre se conoce a la provincia de Alajuela,
segunda en importancia de Costa Rica. Esta tierra
es de variada altitud (desde los 25 hasta los 2.700
metros sobre el nivel de mar) y casi 10 mil kilómetros
cuadrados.
Le llaman de esa manera porque frecuentemente se
observan en sus alrededores y, sobre todo en su
Parque Central, antiguos y gigantescos árboles de
esa fruta.
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Los
mangos, así como la habilidad de sus habitantes para poner
sobrenombres, son dos de los factores que más destacan en
la provincia.
Sin embargo, su diversidad natural es la mayor constante
de la zona, al punto de convertirla en un jardín ecológico
extenso y abundante. Son numerosas las bellezas paisajísticas
que se incrementan conforme el turista se adentra en las
poblaciones rurales, llenas de pintorescos pueblos.
Extensas
llanuras, majestuosos volcanes (Poás y Arenal), espectaculares
cataratas, torrentosos ríos, reservas forestales y un zoológico
de aves se suman a la hermosura natural alajuelense, la
cual coexiste con una particular vocación agrícola.
El
agradable clima de esta región permite al visitante recorrer
con tranquilidad los museos (Ver nota aparte) y parques
ubicados en la provincia.
Unos
de los sitios que llenan de mayor orgulloso a sus habitantes
son los establecidos en honor a Juan Santamaría, un humilde
tamborcillo, gracias al cual Costa Rica ganó la batalla
contra los filibusteros en 1856.
Nos
referimos al Museo Juan Santamaría, una plaza bautizada
con igual nombre e, incluso, el aeropuerto Juan Santamaría,
principal puerto aéreo del país.
Todas
estas atracciones se encuentran en el cantón central alajuelense,
pero hay otras 14 de gran belleza. Destacan San Ramón donde
la hermosa cascada de Las Musas cautiva los sentidos. También
Palmares, abundante en orquídeas o Tacares de Grecia con
la reserva forestal Los Chorros.
En
Grecia sobresalen los enormes sembradíos de caña de azúcar
y café; en Sarchí las lindas artesanías; en tanto que Naranjo
es famoso por sus montes y zonas protegidas como el cerro
Espíritu Santo o El Chayote.
Uno
de los parques más atractivos de la provincia está en la
comunidad de Zarcero, pues en sus árboles se han esculpido
verdaderas obras maestras en forma de animales. Otras bellezas
son las Cavernas de Venado, el Lago Arenal, el Refugio de
Vida Silvestre Caño Negro y el Parque Nacional Juan Castro
Blanco.
Y
como Alajuela y San José le ofrecen muchas cosas por hacer,
le aconsejamos aprovechar también su agenda cultural. ¡No
se arrepentirá!
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